El oficio de fototecario

Marie Cathala,  fototecaria del Museo de Bellas Artes.

¿Cuántas fotos existen en el museo?
La colección de la fototeca contiene más de 13.000 ektas, 45.000 diapositivas y aproximadamente 5.000 positivados en blanco y negro y miles imágenes digitales.

¿Pueden comprarse estas fotos?
Sí, es incluso una de las principales actividades de la fototeca.
Respondo a las peticiones de alquiler (para los ektachromos) o bien a las peticiones de compra de documentos fotográficos (diapositivas, positivados en papel o imágenes digitales) que representan las obras del museo. Los ektas se alquilan por un período de cinco meses, una vez devueltos, es necesario volver a clasificarlos minuciosamente.

Cuando el museo tiene necesidad de una imagen que no le pertenece, realizo las peticiones de documentos fotográficos a los museos y otros organismos culturales, incluso a particulares, así como las peticiones de autorización de reproducción de estas imágenes en nuestros catálogos de exposición u otros soportes (postales, prospectos, pósters, dossieres de prensa, etc.) durante nuestras exposiciones temporales.
Las imágenes de las obras del museo que prestamos o vendemos pertenecen al museo, el cual percibe una tasa de uso de imagen, sujeta a una tabla de tarifas que se aplica en todos los museos de Burdeos.
Cuando otro museo o un particular quieren reproducir la foto de una de nuestras obras (para un catálogo de exposición, de venta, un soporte multimedia, etc.), se le facilita la foto y se le entrega una autorización previa, mediante el pago de una tasa.
Seguidamente, verifico la recepción del o de los ejemplares justificativos de obras en donde las obras de los museos han sido reproducidas y de las menciones obligatorias.  Después, calculo la tasa de uso de la imagen.  La factura concerniente a la tasa es distinta de la venta del cliché, ya que depende del tamaño final de la imagen (página entera, portada o simple viñeta).

¿Cómo se desarrolla una campaña de digitalización de obras en el museo?
Solicito a un fotógrafo de la ciudad que venga a hacer una serie de tomas in situ, con su material.  A veces, la foto ya existe, pero solo en versión papel o bien con una definición muy baja. A continuación, las imágenes digitales se almacenan en un espacio digital seguro, común y  propio del museo.